jueves, 29 de diciembre de 2016

Coatlicue, Madre de la Dualidad, Ométeol

Coatlicue, Madre de la Dualidad, Ométeol

Ométeotl es la dualidad misma. Ométeotl viene del náhuatl, significa Deidad Dos; toda la filosofía, el pensamiento, la religiosidad y la cosmogonía del Anáhuac, está basada en la dualidad que forma un equilibrio, y sustenta el mundo. 

En el pensamiento filosófico y cosmogónico del Anáhuac, por un lado, El Hacedor, El Preservador, crea el Universo; y por el otro lado, lo destruye. El Universo estaba entendido como una sola entidad, como el Uno; este Uno sin embargo, era visto como una entidad femenina, Tonantzin, es decir, La Madrecita. Ofrezco algunas pruebas para demostrarlo, sin embargo, el tema merece un estudio mayor y a profundidad.


Es cierto que el antropólogo controversial, Frank Diaz, alega que Ométeotl significa Trinidad, es decir, Tres en Uno, si es esto cierto, en nada afecta la presente interpretación; donde Tonantzin es la Diosa, y Quetzalcóatl y Tezcatlipoca, sus emanaciones consecuentes, como expondré a continuación:


Tonantzin, de Naturaleza Femenina, está compuesta de dos entidades, más propiamente masculinas; El Que Crea, y El Que Destruye. Sabemos por la estatua de Coatlicue custodiada por el museo de antropología e historia de México, que los mexicas representaron a la Diosa de la siguiente manera, la cabeza de la Madrecita, tiene dos serpientes emplumadas, aquí nos encontramos con Quetzalcóatl, El Creador del Universo, la parte racional de nuestro ser, el Tonal. Quien, sin olvidarlo un solo momento, es en sí mismo, una dualidad.


Quetzalcóatl es el Tezcatlipoca Blanco, también llamado Ehécatl, (Dios del Aire); Ehécatl nos invita a elevarnos como el viento, a volar como el quetzal, y alcanzar la plenitud espiritual en torno a los más nobles ideales; nos invita a seguir el camino del tolteca. Las serpientes en el pensamiento tolteca, también pueden simbolizar la sangre, como líquido o esencia de la vida; de allí que la Madre con faldas de serpiente, haga girar o funcionar el Universo con su sangre, o líquido cósmico; de allí entenderíamos porque Tláloc, (Dios del Agua), rige el paraíso de donde todos procedemos, el mensaje es claro, del agua viene la vida.

En la parte de abajo, nos encontramos con pezuñas que tienen garras; estas pezuñas pertenecen al Ocelote, o Jaguar, es decir, Tezcatlipoca Negro. Esta es la parte destructora de nuestro Ser, la irracional, instintiva o animal, el Tonal. Aquí el Universo es representado como El Destructor, Tezcatlipoca Negro es llamado Mictlantecuhtli, el Señor de los Muertos, ¡Qué barbaridad es escuchar a los eruditos modernos! Alegan que los cráneos, las manos y los corazones del collar de la Madrecita, son producto de los sacrificios humanos, ¡Mentira! Tezcatlipoca es el Señor de los Muertos, este collar es atributo del Tezcatlipoca Negro, ¡Su emblema como Dios del Mictlán, o Reino de los Muertos! Recordemos que la Negra Tierra, es donde los vivos son enterrados, y sufren el proceso de descomposición, tenemos también presente pues el Elemento Tierra.



 Como Madre, de Huitzilopochtli, lleva en su seno al Elemento Fuego, es decir, el Sol cósmico; no únicamente nuestra estrella; sino el Fuego de la Vida en general. Es este Sol Cósmico quien se sacrifica para la humanidad cada ciclo, y en esto nos recuerda a la querida deidad Xipe Totec, Nuestro Señor Desollado, quien nos invita a quitarnos la materia que no nos permite trascender al plano espiritual. 


El cinto que tiene ceñido en su falda de serpientes, significa la Dualidad, cae en dos extremos trapezoides y en el Cem Anáhuac, esto significa creación y destrucción, inicio y fin, sol y luna. Los pechos grandes y caídos, nos hablan de Ella
como Diosa de la Fertilidad, pero también invitan a nosotros sus hijos a probar de ellos, a sentirnos alimentados, cobijados y protegidos por su dulzura y su abrazo. Ella no solo es Madre de Dios, o Madre Naturaleza, es directamente Madre de todos nosotros, sus hijos. La Diosa no hace distinción de nada de lo que existe, todo forma parte de un ciclo, y ese ciclo, ocurre dentro de Ella, la vida y la muerte, ambas una ilusión. En Ella, las dualidades interactan de manera armónica, Ella es toda armonía, la reconciliación de los opuestos.
                                                                               

Con una forma tan complejo y abstracta de pensamiento, es posible entender por el Cem Anáhuac, alcanzo el esplendor tan magnifico; aunado a la ciencia y la tecnología tan avanzadas, y que lamentablemente será muy difícil que podamos recuperar tanta sabiduría, sin embargo; es cierto que la sangre de nuestros viejos y antepasados viven en nosotros, tenemos su memoria genética. 





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