viernes, 20 de enero de 2017

Madre Mía (Himno a Temazcalteci)

Madre Mía

ESTA ES LA ORACIÓN, QUE SE REZA EN LOS ÚLTIMOS DÍAS:



Madre mía que estas en la Tierra,
¡Elevado sea Tu Nombre!
Bendice nuestros campos, a nuestros hijos y a nuestras pertenencias.
Ensalza nuestras virtudes y  protégenos de los vicios.
No nos dejes caer en la ambición, la intolerancia.
¡Llévanos, condúcenos a la libertad
y al amor verdadero!
Como lo has hecho por los siglos de los siglos
 dentro de la Eternidad.

Madre mía
que eres tan misteriosa,
Madre mía
que estas tan lejana,
bendita lluvia
que mi piel rosa,
bendita brisa
a mi dolor, tan cercana.

Ciego y enamoradizo
¡Oh eterno atardecer!
Si el sol va a desaparecer,
que lo llore el roció.

Placentero arcoiris
no te puedo alcanzar,
no me permites besar
tu inicio, ni tu fin.

El fuego mi hermano
tranquilo ilumino,
mi inútil búsqueda
de ser diferente.

¡yo sé que estas con vida,
Madre, de mi cuida!

Cúbreme de relatos
de alegres versos,
yo los devolveré
con hartos abrazos
para tapar tu dolor.

Los bosques espesos
esconden la vida,
lo más posible lejos
de una humanidad suicida.



Aquí el aire es negro
 como hollín.
Miro hacia al cielo
y todo es gris,
nublado, rascacielos
y pavimentos.

Mundo sombrío
en donde las palomas
devoran carnívoras
un cráneo humano.



Las ardillas
tienden a morir
en alcantarillas
radioactivas.

Mar fétido y negro
acabo con el ecosistema,
un derrame petrolero
mato la vida submarina.

Y un arroyo muerto,
verde se ha vuelto,
de aguas claras  se llenó,
entonces siento
que nunca abandonas.

...Y sé que te acercas
              y sé que me escuchas…



jueves, 29 de diciembre de 2016

Del porque Xochiquetzal ha sido venerada falsamente como Guadalupe

Del porque Xochiquetzal ha sido venerada falsamente como Guadalupe

No es la intención crear controversia en torno a la veneración y culto católico a Guadalupe, pero debemos al antropologo Salvador Díaz Cíntora, tan pertinentes y hábiles deducciones en torno a los estudios de Xochiquétzal; los cuales realizó para el seminario de estudios prehispánicos para la descolonización de México. En dicho estudio, se presenta a Xochiquétzal, no ya como patrona de concubinas y rameras, ¡Cuantas falacias y mentiras de eruditos extranjeros y frailecillos católicos! La verdadera cara de Xochiquétzal es la de Diosa Madre de los anahuacas y posiblemente, verdadera y única Diosa del Anáhuac. 

Dicho estudio que fue publicado en el año de 1990 en México y titulado: XOCHIQUÉTZAL, ESTUDIO DE MITOLOGÍA NÁHUATL, fue publicado por la UNAM; se refiere también a los elementos que presenta la llamada tilma de Juan Diego, la cual, curiosamente,  esta repleta de elementos NO cristianos; se puede aventurar sin temor a errar, que quien hizo la imagen, no era cristiano y no le interesaba en absoluto serlo. 

Las claves misteriosas y esotéricas que presenta la Tilma, y por cuales nos daremos cuenta de la verdadera identidad de la Señora; se las presento humildemente a continuación, no sin antes agradecer a Salvador Díaz Cíntora, por este medio, le agradezco por este regalo tan precioso de como el culto a Xochiquétzal supervivio: 

1. La juventud de la Guadalupana, calculada entre doce y quince años, posiblemente trece, ya que era un numero sagrado para los anahuacas; y como diría el poeta jesuita, Andrés de la Fuente refiriéndose a la imagen presente en la tilma: "in medio tenerae corpus duodenne puellae", es decir, en medio el cuerpo de doce años de una tierna niña. Y el pintor Miguel Cabrera, nos habla de una edad entre catorce y quince años. 

Recordemos que entonces la imagen de la Guadalupana, no corresponde con la vieja Madre Coatlicue, o Toci, si no con la versión de la joven Diosa Madre: Xochiquetzal. Tan es cierto esto, que la Guadalupana lleva el cabello suelto, como lo llevaban las mujeres vírgenes mexicas. 


Debo hablar del mito esparcido por el clero católico a su grey, acerca de las supuestos estudios hechos a la imagen de la Guadalupana donde aparecen pupilas reales. Dice el clero que en un ojo, la Guadalupana mira a una familia mexicana, y otro ojo se puede observar el emocionante momento de abrir la tilma de Juan Diego; sobre dichos estudios yo les aseguro sencilla y llanamente que no existen, y si existen; invitó cordialmente a los esparcidores del mito que me lo prueben.

2. El Rostro de la Guadalupana es moreno cenizo, nos recuerda a la advocación de Xochiquetzal como Ixnextli, Cara Cenicienta; y a los cenizos, nenexquílitl, que según Motolina, era comida ritual en honor a Tezcatlipoca.

3. Hay que notar la presencia de Izquixóchitl, en el vestido de la Guadalupana, estas flores están  consagradas a Xochiquetzal, y conocidas también como flores de concubinas y facilitadoras; estan en cierto mito emparentadas con Tezcatlipoca Negro y con la Diosa. 

En efecto, el significado simbólico, o esotérico, de la flor a nivel global, es el siguiente: la flor extiende sus raíces en la tierra negra,  allí donde esta el Reino De los muertos,  o Mictlán, la flor se alza bella y se perfuma, sonriendo al sol; la flor que representa la vida, la vida viene precisamente del mundo de los muertos. Pero la flor no se puede poseer, al arrancarla para poseerla, la destruimos; por otro parte, las flores tienen una corta vida, apenas nacen en primavera y en otoño se marchitan; así de efímera es la vida de todos.


El otro jeroglífico, o mas propiamente dicho, códice, no corresponde a ninguna flor real, el artista se burla de nosotros cuando tratamos de adivinar que flor es; sin embargo, el códice presenta dos glifos, uno corresponde al glifo de Tépetl, que significa monte, y el otro yácac, que significa punta o nariz; esto quiere decir en la cima del cerro, en la punta del cerro. Juntando ambos glifos, da como resultado; Tepeyacac, es decir; el lugar donde siempre se ha venerado a la Madrecita, Tonantzin. 


La Diosa que antes no tuvo templo, porque se veneraba en medio de la Naturaleza en la cima del cerro; ahora pide que se haga una capilla en su honor, y así evitar que su culto desaparezca. Hay que notar como el rostro de la Guadalupana tiene cierto relieve, muy prominente, justo en la nariz, (yácac).








4. Las estrellas del manto son 46, si empezamos a contar las del lado derecho, son 20, y 26 del lado izquierdo; si lo medimos a través del tonalpohualli, o cuenta de los signos, los primeros 26 días caen en la fecha Chicome-Xóchitl, Siete-Flor, día consagrado a Xochiquétzal. En esta forma de medir el tiempo, es por medio de trecenas, el trece es un numero sagrado para la Diosa, en el lado izquierdo del manto, cae precisamente el día trece de la trecena dedicada a Xochiquétzal. 

Por otra parte, se aprovecha para desmentir las fuentes católicas que dicen que en el manto de la virgen estan presentes las constelaciones y el cielo nocturno de diciembre de 1531, ya que no existe ningún estudio verídico sobre el mismo, y menos de la NASA, y si existen, (les quiero dar el beneficio de la duda); invito a que lo comprueben con documentos reales y certificados, y los dichosos estudios fidedignos y legales.

5. El numero de rayos, según el Nican Mopohua, (texto donde se narra las apariciones guadalupanas), son cien, y según la cuenta del tonalpohualli, es día noveno de la octava trecena, es decir, el nueve-Flor, Chicanahui-Xóchitl. El nueve es un numero sagrado, ya que representa los meses de gestación; algo muy difícil de atribuirle a la casualidad.


6. La Luna Negra, símbolo tanto de Tezcatlipoca Negro, como del Mictlán, de donde proceden las flores, la vida, Xochiquétzal; aquí vemos surgir a la Guadalupana de la Luna Negra. Hablo de surgir,  porque en efecto no aparecen los pies de la Señora, algo que no ocurre en la mayoría de las Madonnas europeas, donde se ve claramente como alguno o ambos pies, aplastan la cabeza de la serpiente. Es impensable siquiera que la Señora, pise una serpiente en el pensamiento anahuaca;  y que en efecto, no vemos en la pintura, aquí la Señora surge misticamente. 

Por otra parte, Nahui Tecapatl, cuatro pedernal, es nombre de la Luna, y pertenece a la trecena de Xochiquetzal; siendo tambien la medialuna, un accesorio de la Diosa,  si es que se le puede nombrar así; y la medialuna está  presente en la nariz de Xochiquétzal en los códices. Hay un mito que explica porque la medialuna se vuelve negra, en ella un murciélago muerde los genitales de Xochiquétzal por orden de Quetzalcóatl, y de allí que las flores tienen perfume ahora.





7. Según el Padre Durán, en las fiestas de Xochiquétzal, se vestía a los niños varones menores de trece años, de pajarillos, y bailaban en el templo mayor, Huey Teocalli; en torno al altar de Huitzilopochtli, estos niños emplumados, simulaban ser colibríes que succionaban el polen de las flores. 

En lo que nos respecta de la imagen de la Guadalupana, el niño pájaro, mira hacía la izquierda; recordemos que Huitzilopochtli, significa precisamente, Colibrí Zurdo. Las colibris y las flores, son una obvia referencia al acto sexual, donde  el "pájaro" es un símbolo fálico de pene; y la flor de la vulva o vagina. Por lo tanto, el niño no es un ángel o un querubín, es un niño danzante del Tezcatlipoca Azul, Huitzilopochtli, (si es que no se trata del propio Dios). 



8. La danza hecha por los niños, se hacía con brincos y pasos de un solo pie; así el Dios guerrero que también baila, es descrito de esta forma, en el Himno a Huitzilopochtli: "Prodigio, Morador de las Nubes, Uno es tu pie".  Esto nos recuerda, que la imagen de la Señora, esta bailando, cosa muy cierta, esta bailando con un solo pie; como pudo ser la danza del colibrí zurdo, ya que bien sabemos que Huitzilopochtli no era cojo. 



9. En otro verso, al himno a Huitzilopochtli se puede leer: "Morador del frío, tu ayate se abrió". Es decir, tu imagen, tu realidad, tus misterios y tus secretos podemos vislumbrar; ¡Tu Divinidad! Se me viene a la memoria que los egipcios hablaban de descubrir el velo de Isis; aquí efectivamente, en la narrativa del Nican; vemos como se abre la Tilma, y podemos vislumbrar a la Diosa en su esplendor, y son precisamente las flores, quienes pintan o impregnan la tilma. 

10. Las cuatro apariciones marianas, son las cuatro fiestas del tonalpohualli dedicadas a xochiquetzal; es decir, como Tlazolteotl, Mayahuel, Xochiquetzal y Calchiuhtlicue. 

11. En las fiestas de diciembre, en honor al nacimiento de Huitzilopochtli, gritaban los sacerdotes:  ¡Teotl Eco! Que significa,  ¡Llego Dios! Se decía al momento de exhibir la imagen del Señor; Y la feligresía respondía: ¡Ihuan Tieco! Es decir, "Ya llegaste con El", no paso mucho en que este pregón, se volvería un nombre personal: Juan Diego. Cuauhtlatoac, es un titulo sacerdotal que significa: Águila que habla, (supuesto apellido de Juan Diego).


12. Ya vimos que existe una relación enorme, entre el mundo del Mictlán, y la flor que nace; Xochiquetzal. Entre la antigua festividad del día de Muertos, del Anáhuac, es decir, el Huey Miccaílhutil; y la festividad a Xochiquétzal, el Pachtontli, hay exactamente 40 días. Ahora bien, entre la festividad cristiana del día de muertos, o dos de noviembre; y la festividad de la Virgen de Guadalupe, el día 12 de diciembre, hay exactamente 40 días, ¡Una cuaresma anáhuaca! 

13. La cruz en el pecho, recuerda a los cuatro puntos cardinales y mas propiamente, ¡Los cuatro Tezcatlipocas! Es seguro, que quien pinto la tilma, no era, ni le interesaba ser cristiano, ¿Entonces quien la pinto? La respuesta la da, precisamente un sacerdote católico; Fray Francisco de Bustamante. Este frailecillo fue  quien en el año de 1556, en un sermón dijo que el "indio Marcos", fue quien pinto la tilma, que es ahora objeto de veneración para los naturales que allí recuerdan a su ídolo y lo llaman todavía, Tonantzin. 

Posiblemente este indio Marcos, no sea otro que Marcos Cipac de Aquino, uno de los mas destacados pintores de la Nueva España y que murió en 1572, de noble cuna; conocía todos los secretos y misterios reservados para los nobles anahuacas, y no queda duda que nos dejo muchos misterios para volver abrir la tilma, y encontrar precisa y divinamente pintada, a Xochiquétzal, Madre del Cem Anahuac. Hemos resuelto el Misterio. No cabe duda, como diría cierto erudito, que los mexicanos no "somos" católicos, somos "guadalupanos". 

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Ahora, le mando un cordial saludo al rector de la Basilica de Guadalupe, quién dice que los danzantes son un peligro para la fe católica; le recuerdo que sin los danzantes, EL NO ESTARÍA EN EL NEGOCIO. El nombre del rector, no vale la pena mencionarlo, y su nombre sea borrado para siempre, pero les dejo una captura del periódico donde se le ocurrió decir, semejante estupidez.  



Ahora solo me queda exclamar: ¡En una Hermosa mañana, viene bajando Xochiquétzal, viene desde el Tamoanchan! 

Coatlicue, Madre de la Dualidad, Ométeol

Coatlicue, Madre de la Dualidad, Ométeol

Ométeotl es la dualidad misma. Ométeotl viene del náhuatl, significa Deidad Dos; toda la filosofía, el pensamiento, la religiosidad y la cosmogonía del Anáhuac, está basada en la dualidad que forma un equilibrio, y sustenta el mundo. 

En el pensamiento filosófico y cosmogónico del Anáhuac, por un lado, El Hacedor, El Preservador, crea el Universo; y por el otro lado, lo destruye. El Universo estaba entendido como una sola entidad, como el Uno; este Uno sin embargo, era visto como una entidad femenina, Tonantzin, es decir, La Madrecita. Ofrezco algunas pruebas para demostrarlo, sin embargo, el tema merece un estudio mayor y a profundidad.


Es cierto que el antropólogo controversial, Frank Diaz, alega que Ométeotl significa Trinidad, es decir, Tres en Uno, si es esto cierto, en nada afecta la presente interpretación; donde Tonantzin es la Diosa, y Quetzalcóatl y Tezcatlipoca, sus emanaciones consecuentes, como expondré a continuación:


Tonantzin, de Naturaleza Femenina, está compuesta de dos entidades, más propiamente masculinas; El Que Crea, y El Que Destruye. Sabemos por la estatua de Coatlicue custodiada por el museo de antropología e historia de México, que los mexicas representaron a la Diosa de la siguiente manera, la cabeza de la Madrecita, tiene dos serpientes emplumadas, aquí nos encontramos con Quetzalcóatl, El Creador del Universo, la parte racional de nuestro ser, el Tonal. Quien, sin olvidarlo un solo momento, es en sí mismo, una dualidad.


Quetzalcóatl es el Tezcatlipoca Blanco, también llamado Ehécatl, (Dios del Aire); Ehécatl nos invita a elevarnos como el viento, a volar como el quetzal, y alcanzar la plenitud espiritual en torno a los más nobles ideales; nos invita a seguir el camino del tolteca. Las serpientes en el pensamiento tolteca, también pueden simbolizar la sangre, como líquido o esencia de la vida; de allí que la Madre con faldas de serpiente, haga girar o funcionar el Universo con su sangre, o líquido cósmico; de allí entenderíamos porque Tláloc, (Dios del Agua), rige el paraíso de donde todos procedemos, el mensaje es claro, del agua viene la vida.

En la parte de abajo, nos encontramos con pezuñas que tienen garras; estas pezuñas pertenecen al Ocelote, o Jaguar, es decir, Tezcatlipoca Negro. Esta es la parte destructora de nuestro Ser, la irracional, instintiva o animal, el Tonal. Aquí el Universo es representado como El Destructor, Tezcatlipoca Negro es llamado Mictlantecuhtli, el Señor de los Muertos, ¡Qué barbaridad es escuchar a los eruditos modernos! Alegan que los cráneos, las manos y los corazones del collar de la Madrecita, son producto de los sacrificios humanos, ¡Mentira! Tezcatlipoca es el Señor de los Muertos, este collar es atributo del Tezcatlipoca Negro, ¡Su emblema como Dios del Mictlán, o Reino de los Muertos! Recordemos que la Negra Tierra, es donde los vivos son enterrados, y sufren el proceso de descomposición, tenemos también presente pues el Elemento Tierra.



 Como Madre, de Huitzilopochtli, lleva en su seno al Elemento Fuego, es decir, el Sol cósmico; no únicamente nuestra estrella; sino el Fuego de la Vida en general. Es este Sol Cósmico quien se sacrifica para la humanidad cada ciclo, y en esto nos recuerda a la querida deidad Xipe Totec, Nuestro Señor Desollado, quien nos invita a quitarnos la materia que no nos permite trascender al plano espiritual. 


El cinto que tiene ceñido en su falda de serpientes, significa la Dualidad, cae en dos extremos trapezoides y en el Cem Anáhuac, esto significa creación y destrucción, inicio y fin, sol y luna. Los pechos grandes y caídos, nos hablan de Ella
como Diosa de la Fertilidad, pero también invitan a nosotros sus hijos a probar de ellos, a sentirnos alimentados, cobijados y protegidos por su dulzura y su abrazo. Ella no solo es Madre de Dios, o Madre Naturaleza, es directamente Madre de todos nosotros, sus hijos. La Diosa no hace distinción de nada de lo que existe, todo forma parte de un ciclo, y ese ciclo, ocurre dentro de Ella, la vida y la muerte, ambas una ilusión. En Ella, las dualidades interactan de manera armónica, Ella es toda armonía, la reconciliación de los opuestos.
                                                                               

Con una forma tan complejo y abstracta de pensamiento, es posible entender por el Cem Anáhuac, alcanzo el esplendor tan magnifico; aunado a la ciencia y la tecnología tan avanzadas, y que lamentablemente será muy difícil que podamos recuperar tanta sabiduría, sin embargo; es cierto que la sangre de nuestros viejos y antepasados viven en nosotros, tenemos su memoria genética. 





viernes, 23 de diciembre de 2016

Credo de la Hermandad del Colibrí Azul

Credo de la Hermandad del Colibrí Azul


El credo es la cerebro de la Hermandad Azul, de la misma manera que los mitos antiguos son su corazón. Al tratarse la Hermandad del Colibrí Azul, de una sociedad filosófica y religiosa, promueve entre sus adeptos e iniciados una serie de valores sociales y culturales que deben seguirse, para ser unos auténticos hijos del Colibrí Azul, estos son los valores que se promueven:

  •  Creo en la Libertad, ya sea de pensamiento, conciencia y religión; creo que todas las religiones tienen su grado de verdad, y no me siento juez para juzgar ese grado. Creo también en que la Libertad es inherente en cada persona desde el momento que nace y que jamás se acaba bajo ningún pretexto; salvo el caso que acabe o dañe con la salud, integridad, libertad o vida de alguien más.

  • Creo en la Honestidad como un valor único, que debe ejercerse siempre; esto me dará honra como hijo e hija de los Dioses, ser humano y ciudadano del mundo.

  •   Creo en la Igualdad, y que esta se debe dar sin condición, a todo lo que existe; en ella radica el equilibrio y la coexistencia pacífica.

  •   Creo en el Amor, que es el don y la bendición más alta de los Grandes Espíritus, y que fluye libremente a través del cosmos.

  • Creo que no tengo la verdad absoluta, y que todo es posible hasta que se demuestre lo contrario.

  •  Creo en el Respeto, la Solidaridad y en la Felicidad, valores sin los cuales no podríamos vivir; y que debemos de darlos y recibirlos sin pretexto o condición alguna, solo por el hecho de existir. Creo también en el Perdón, cuando este se gana con sinceridad y de corazón.

  •  Creo en una dualidad de Dioses complementarios, que en un principio fueron el Uno o llamado por mis abuelos Ometéotl; y que al dividirse formaron dos distintos, y la Hermandan del Colibrí Azul los nombra como Xochiquetzal-Omecihuatl (toda materia) y Xochipilli-Ometecuhtli (toda energía).

  • Creo en el Respeto y el Amor a la Naturaleza, y en el compromiso ecológico que esto conlleva. Creo que la Divinidad esta inmanente en la Naturaleza.

  • Creo en la alianza con la Religión de los Viejos Abuelos, alianza también con los que siguen la filosofía de la toltecayotl, con todos los nahuales, con todos los brujos, con las personas que siguen sus propios ritos heredados de sus abuelos y con todos los paganos.

  • Creo en Ce Ácatl Topiltzin Quetzalcoatl, y sus Enseñanzas. Creo que es una manifestación de Dios, pero no es la única manifestación que ha tenido. Sigo sus enseñanzas, y lo que conocemos que ha dicho de acuerdo a la tradición a los toltecas.
  •  Creo en la Paz, y que esta debe ejercerse en todas partes y en cada ámbito de nuestra vida, en cada grupo humano y en cada estructura social.

  •  Creo en la Reencarnación, y que esta terminara cuando el Ser aprenda todas las lecciones necesarias para formar parte de los caminos del Espíritu.

  • Creo que entre periodos de vidas, el alma descansa en Xochitlicacán; también conocida como EL LUGAR DEL NÉCTAR DE LA TIERRA, o Tlalocán. Allí las almas se unen con gozo y alegría a sus Dioses. Otros nombres que se le han dado son Tamoanchan y Xochitlalpan. Creo sin embargo, que el alma realmente malvada, sufre en el Mictlán o inframundo, hasta que vuelva a reencarnarse en un destino verdaderamente enfermo. 

  •  Creo en la Belleza e importancia de la materia; creo en la apreciación de los sentidos, impulsos y deseos, y que deben satisfacerse como un sacramento ofrecido a los Dioses. Esto se hará siempre que no perjudique o dañe a un tercero, o a mí mismo.

  •  Creo que todo bien o todo el mal que haga se me regresara tres veces, o mas bien, en tres aspectos, (en los tres aspectos que son, el espiritual, el físico y el psicológico).

  •  Creo que la Luna es el símbolo predilecto de Diosa, y el Sol es el símbolo de Dios.

  • Creo que hay que hacer las danzas en honor a Nuestros Dioses, y seguir un calendario ritual en concordancia con los ciclos naturales y las estaciones.

  • Creo en la importancia de la desnudez ritual y de los rituales de sexo y fertilización; que va más allá de géneros y estereotipos. Creo igualmente que todo acto de placer es una adoración a la Diosa Xochiquetzal.

  •  Creo que Toda persona mayor de edad, que libremente lo decida, puede formar parte de la Hermandad del Colibrí Azul. Los menores de edad son incluidos si el padre o tutor está de acuerdo; y no participan en NINGÚN rito de desnudez o con connotaciones sexuales. Tanto la mujer como el varón, se inician a los trece años.

  •  Creo que todo iniciado debe pasar por un periodo de prueba de un año más un día, antes de acceder a la primera etapa, que es Príncipe o Princesa Águila. 

  • Creo que cualquiera puede acceder a los Tres Grados, de la Hermandad Azul que son Príncipes Águilas, Guerreros Jaguar y Maestros Toltecas; no importa su nivel académico, social, intelectual, económico, su género, orientación sexual o motivos raciales o étnicos. Todo iniciado puede acceder a los grados, siempre que cumpla con los requisitos de cada uno.

  •  Creo en la importancia de los Teocalli, como una familia unida por Gran Diosa Madre y Gran Dios Padre. El Teocalli es una familia cuyas cabezas representativas son el Sumo Sacerdote y la Suma Sacerdotisa. Teocalli significa, templos. Todos los Teocalli deberán estar dirigidos por un Huey Teocalli, o Templo Mayor. 

  • Creo que nada de la Hermandad del Colibrí Azul debe anularse, cambiarse, o pasarse por alto; pero si se pueden agregar conocimientos y rituales nuevos. Esto asegura que la Tradición tenga la sabiduría de los antiguos y las visiones de los jóvenes no queden enterradas en un status quo.

  • Creo que el Sumo Sacerdote y de la Suma Sacerdotisa deben mantener un santuario, dirigir los rituales del años, iniciar a otros en las festividades y pasar  La Tradición, la veneración, las enseñanzas y la iluminación a los nuevos. También celebrar los ritos de paso y los comunitarios (como matrimonios y nacimientos).

Cualquiera que siguiera estos preceptos y lineamientos, y que lleve verdaderamente las enseñanzas de los antiguos abuelos en su corazón; puede considerarse un verdadero hijo de Tonantzin, aun sin pertenecer a un Teocalli. Sin embargo, deberá acercarse a miembros de algún Teocalli, para actualizarse y compartir información necesaria. 


Alabanza a Xochipilli

Alabanza a Xochipilli

Con Cantos festivos, pintura de flores
 ¡Escúchenlo!
Viene entre mariposas y en el musgo acuático, su casa
esta entre las bellas luces del cielo,
y canta, y llega.
Sobre el luminoso sitial está erguida la Flor,
y sólo con flores esparce su canto ¡Tanto placer!
Floridas flautas resuenan en su casa:
hay gozo, se canta al son de trompetas,
hay felicidad.
En casa de frutas enflorado,
adornada con flores acuáticas
estás colocado:


                                 ¡Oh Padre Nuestro!
                                           ¡Escuchen sus palabras!

Tú, quien deseas conocerme,
debes saber que soy tu Padre
y vivo en todas las cosas.
Soy cada hombre que conoces
y cada macho sobre la Tierra,
soy la flor de Primavera,
retoño de mi sanguíneo amor.

 Soy el Dios de la Libertad,
y provoco el amor y el deseo
de las mujeres hacia los hombres; 
y de los hombres por otros hombres.
Soy la fuerza de tu alma,
soy la grandeza de tu espíritu.

Por ti nazco en el
seno de Nuestra Madrecita,
por el solsticio de invierno;
y me sacrifico para
alimentarte con mi cuerpo. 
Yo soy la Luz al mundo;
no solo la luz física,
sino también la espiritual
e intelectual;
disipo las tinieblas de
 la ignorancia y del mal.
Ven a mí,
volemos juntoss
 Déjame vivir en ti,
yo soy El Padre que los
ama y nunca los abandona.

¡Oh Princípe Niñito!
 Tu roja flor
 huele a maíz tostado,
está abriéndose aquí
en el Anáhuac:
¡En ti beben la miel brillantes
 mariposas de la tierra!
en ti beben la miel las aves,
como águilas que vuelan.
¡Tú en Anáhuac imperas!
Se esparcen flores, suenan cascabeles:
es tu atabal, oh Príncipe.
Tu eres roja flor de pluma:
Estás dando fragancia en el mundo:
sobre los hombres se difunde.
Una esmeralda cayó al suelo,
nació una flor;
¡Es tu canto!

¡Cuando entonas tus cantos aquí en México,
el sol dura brillando!



(Moderna invocación a Xochipilli).